El Peligro de la Reforma Judicial y Cómo Evitar Gobiernos Tiranos.

La Reforma Judicial en México: Un Paso Hacia la Centralización del Poder

El reciente paso del Senado mexicano en la aprobación de la reforma judicial ha generado una profunda inquietud en diversas esferas de la sociedad. Este cambio, que podría parecer positivo a primera vista, abre la puerta a peligrosas distorsiones en el sistema democrático del país. El principal cambio de esta reforma es la propuesta de someter a votación popular la elección de jueces a partir de 2025. Si bien este enfoque busca dar más voz al pueblo, se corre el riesgo de que esta medida termine siendo utilizada para consolidar el poder en manos de unos pocos, lo que pone en riesgo la independencia del poder judicial y el Estado de Derecho.

Un Camino Peligroso para la Democracia

La historia nos ha mostrado cómo los regímenes autoritarios surgen bajo la apariencia de reformas democráticas. Este tipo de cambios no debe tomarse a la ligera, ya que la manipulación del sistema judicial es uno de los primeros pasos hacia un gobierno tirano. La reforma judicial mexicana podría ser el inicio de una repetición de los errores cometidos durante el PRI de los años 70, cuando el sistema político estaba controlado por un régimen que, aunque democrático en apariencia, actuaba bajo un esquema autoritario y opresivo. Para evitar este regreso al pasado, es esencial blindar el sistema político mediante una serie de reformas estructurales que aseguren que las decisiones clave se tomen de manera legítima y con un balance real de poder.

Juez gráfico

La independencia judicial está en juego

La Necesidad de Blindar el Estado de Derecho

Para evitar que regímenes autoritarios tomen el control del país, se deben establecer mecanismos que hagan impenetrable cualquier intento de alterar la estructura fundamental del poder. Esto incluye la reforma de la Constitución para que cualquier cambio que modifique la esencia y funcionamiento de los poderes públicos requiera una aprobación unánime en ambas cámaras del Congreso, y que este tipo de reformas sean sometidas a un exhaustivo control judicial. Si alguna de las cámaras o los tribunales se opone, la reforma no podrá avanzar. Este proceso de revisión y validación debe extenderse también a las legislaturas locales, y si aún así existe un desacuerdo, debe llevarse a un referéndum popular con una alta participación de la población para garantizar que el cambio no sea impuesto por una élite política.

Fragmentar el Poder para Evitar Abusos

La concentración del poder en manos de unos pocos es un terreno fértil para la corrupción y el abuso. Por eso, es fundamental fragmentar el poder, especialmente en las instituciones de seguridad y defensa. El Ejército y las fuerzas policiales deben ser operadas por un directorio formado por los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, para evitar que se utilicen como herramientas de coacción contra cualquier poder del Estado. Esta medida no solo blindaría las instituciones contra la manipulación política, sino que garantizaría una mayor transparencia y rendición de cuentas.

La Descentralización: Un Paso Hacia una Democracia Real

Para que las reformas sean efectivas, también es esencial descentralizar el poder y otorgar más autonomía a los estados del país. Cada entidad federativa debe ser capaz de recaudar sus propios recursos y administrar sus propios impuestos, con un sistema fiscal más justo que permita a los gobiernos locales tener los recursos necesarios para enfrentar sus propios desafíos. Esto no solo reduciría la dependencia del gobierno federal, sino que también fortalecería la democracia y permitiría a los estados tener más control sobre su desarrollo.

Jueza gráfica

La justicia debe ser imparcial y ajena a los intereses políticos

Reformar el Sistema Electoral: El Primer Paso para Evitar un Régimen Autoritario

Una de las medidas más necesarias es la reforma al sistema electoral. La elección del presidente federal debe realizarse a través de una segunda vuelta inmediata, garantizando que el ganador tenga un apoyo popular mayoritario. Además, la elección de los diputados debe basarse en la representación proporcional con listas abiertas, lo que permite que los votantes elijan a sus representantes de manera más transparente. En el caso del Senado, debe implementarse un sistema en el que cada legislatura estatal elija a sus senadores, reforzando así la representación local en el ámbito federal. El poder judicial y los organismos autónomos deben ser seleccionados a través de concursos internos de méritos, con una participación activa de los tres poderes, pero sin que uno de ellos pueda ejercer un control absoluto sobre el proceso.

Evitar la Injerencia de Partidos Políticos Federales en Elecciones Locales

Por último, se debe prohibir que los partidos políticos federales participen en las elecciones locales. De igual forma, los candidatos independientes y otras organizaciones que no se alineen con el sistema electoral local tampoco deberían tener cabida en estos procesos. Esta medida busca evitar que los intereses políticos de un nivel de gobierno se impongan sobre los de otro, garantizando una verdadera representación local y evitando el control político centralizado.

Un Blindaje Real para la Democracia

Estas reformas no solo son necesarias para asegurar la integridad del sistema democrático, sino también para evitar que México caiga nuevamente en los abusos de poder que marcaron el pasado autoritario de muchos gobiernos. Los mexicanos no podemos permitir que el poder se concentre de nuevo en manos de unos pocos, ni que los intereses políticos destruyan la autonomía e independencia de las instituciones clave. Solo mediante un sistema democrático verdaderamente equilibrado y participativo podremos garantizar que el poder nunca sea utilizado para coaccionar o manipular a la población.